El proyecto se basa en el desarrollo de una programa de vivienda entre medianeras en el casco histórico de una población como Alboraya, el cual se caracteriza por encontrarse en un conjunto de calles muy estrechas donde la propia ejecución de la vivienda la convierte en un desafío logístico para la ejecución de cada una de las fases de la obra.
La vivienda se caracteriza por el empleo de materiales tradicionales como la fábrica de ladrillo visto asi como por el empleo de algunas soluciones en el aparejo de la fachada que le confiere un detalle más personal y singular en la zona de la planta baja mediante el abocinado del hueco de mayor tamaño, asi como el empleo de mortero de color blanco para la fábrica de ladrillo caravista que tenga conexión la carpintería de la vivienda. Por otro lado se ejecutan en la fachadas varias celosías cerámicas que tamizan la a luz al interior de la vivienda, sin remarcar los huecos en la fachada.
Se caracteriza esta vivienda por la resolución de las plantas superiores sin la presencia de pilares de gran tamaño y de una disposición díáfana en las plantas, lo que le confiere una gran flexibilidad a las plantas y una adaptabilidad futura en el caso de que fuera necesaria.
El edificio se encuentra enclavado en una calle muy estrecha del casco histórico de Alboraia, que es un municipio de l’Horta Nord, siendo un desafío la ejecución de una vivienda en estas ubicaciones, donde la accesibilidad de los medios logísticos para la ejecución de cada uno de los trabajos se encuentra tan limitada.
El contexto en el que se encuentra, y por los ejemplos de fachadas acabadas con fábrica de ladrillo caravista de principios del siglo XX, empleamos dicha referencia para el empleo de la misma tipología de acabado en la fachada, pero realizando algunas variantes como los abocinados, las celosías cerámicas y el empleo de mortero blanco en consonancia la carpintería de color blanco del resto de la fachada.