La intervención en este edificio ubicado en Palma de Mallorca, busca y consigue la adecuación de beneficio de los años 50 con claras trazas de arquitectura del franquismo con algunos elementos tradicionales, devolverle un uso de oficinas para el ministerio de trabajo.
Por el estado en el que se encuentra la estructura se precisa una intervención global en la misma para a ajustarla al cumplimiento de la normativa vigente ya nuevo estado de cargas que va a ser el uso administrativo en el edificio.
Por otro lado, también es necesaria la incorporación de ascensores para cumplimiento de accesibilidad, así como todas las instalaciones para garantizar la habitabilidad del inmueble para el nuevo uso. Para ello se implementa una zona de instalaciones en la cubierta del edificio que garantice el servicio de climatización en el interior del mismo, sin generar un incremento de volumetría en el mismo.
En cuanto a la intervención interior, destaca por el empleo de la piedra autóctona, piedra de marés, para dotarla de la personalidad y singularidad que corresponde a unas instalaciones correspondientes a la administración pública y central en cada una de las comunidades autónomas.
Se caracteriza además por destinar un gran número de oficinas con sus cabinas, individualizadas en cada una de las plantas para el uso administrativo y la atención al público que se dará en este edificio.
En la planta baja, se ubica un salón de actos y reuniones para las presentaciones y eventos organizados que se pueden llegar a impartir en estas instalaciones del Ministerio de Trabajo.